Estrés, ansiedad y problemas dentales: El bruxismo

El hábito, casi siempre involuntario, de rechinar o apretar los dientes unos contra otros se denomina: Bruxismo. Ocurre cuando se deslizan de adelante hacia atrás, unos sobre otros, generando con el tiempo un desgaste del esmalte dental que, a su vez, deriva en mayor sensibilidad. Pero no es la única consecuencia.

Por eso, desde Clínica Dental del Dr. Leví Cuadrado queremos explicarte detalladamente su causas, factores y síntomas del bruxismo, así como los posibles tratamientos existentes para revertir o, al menos, disminuir su intensidad.

¿Sólo de noche?

Existe la creencia de que el acto inconsciente de apretar los dientes ocurre siempre y solo durante la noche, pero no. También hay quienes cogen el hábito de hacerlo en el día, pero es cierto que cuando el bruxismo se produce en las horas de sueño es mucho más difícil controlarlo, por no decir imposible.

En muchas personas, se considera que el estrés o la ansiedad (es decir, factores psicológicos) son los desencadenantes de este problema que termina, en la mayoría de los casos, en la consulta de odontología. Sin embargo, estudios y análisis sobre el tema indican que también hay otras causas que subyacen, si bien no en todos los casos.

Así, pueden tener parte de ‘culpa’ aspectos como el consumo de una dieta desequilibrada (descubre la relación entre la alimentación y la salud bucodental, aquí), el hecho de que los dientes estén desalineados, la postura corporal, los hábitos a la hora de dormir o la capacidad (o mejor dicho ‘falta de capacidad’) de relajarse. Prestar atención a estos factores y corregirlos cuando sea conveniente puede aminorar el bruxismo.

¿Causa dolor?

Entremos ahora al terreno de la sintomatología. Ya hablábamos antes de situaciones de ansiedad, estrés o tensión, pero ejercer esa presión extra en nuestros dientes puede también generar dolor ya que se afecta directamente a los músculos, tejidos y zona de la mandíbula.

Cuando hablamos de dolor nos referimos especialmente a dolor de oídos, en la cabeza y en la mandíbula. No debemos olvidar que las estructuras de la articulación temporomandibular están muy próximas al conducto auditivo externo.

Asimismo, el bruxismo también puede incluso llegar a generar trastornos de la alimentación, depresión e insomnio, así como sensibilidad en la boca al momento de ingerir alimentos calientes, fríos y/o dulces.

¿Debo ir al odontólogo?

Si bien el bruxismo no es peligroso, sí que debes intentar ponerle remedio. ¿Sabes que puede causar lesiones dentales permanentes? Sin duda, en caso de que no puedas abrir bien la boca o tengas dificultades a la hora de comer a causa de este dolor que comentábamos, ir inmediatamente al odontólogo es lo correcto (puedes pedir tu cita, aquí).

Seguramente, si el especialista comprueba que tienes algún tipo de problema de rechinamiento de dientes, te hará alguna radiografía y te aconsejará un protector o férula. Debes saber también que existen tratamientos de masajes terapéuticos realizados por algunos fisioterapeutas que también dan buenos resultados.  

Eso sí, si los síntomas todavía son incipientes puedes intentar controlar la situación con tratamientos preventivos de cuidado personal como evitar comer alimentos duros, tomar mucha agua, garantizar un buen descanso nocturno, relajar los músculos faciales, masajear los músculos de la cara, el cuello y los hombros y… ¡Atención! Sobre todo, aprender a relajarse para reducir los niveles de estrés.

¿Alguna duda más?

Si todavía tienes más consultas sobre el bruxismo o cualquier otra cuestión bucodental recuerda que en la Clínica Dental del Dr. Leví Cuadrado estamos a tu disposición. ¡Contáctanos!